Noticias

EL PROCESO DE ADAPTACIÓN DE “TRIBUS”

Por Jorge Muriel

En el verano de 2012 vi en Nueva York, en el Barrow Theater del West Village, la puesta en escena de la obra de Nina Raine «Tribus» dirigida por David Cromer. El montaje era a cuatro bandas y bastante íntimo debido a las dimensiones pequeñas de la sala. Los actores y el texto me atraparon desde el primer momento. Salí fascinado por la actualidad, la brillantez y la potencia dramática y social del texto.

Ese mismo año, al volver a España para incorporarme al Centro Universitario donde enseñaba interpretación por aquel entonces, me encontré con que una alumna sorda, Gemma Piriz, presidenta actual de la Asociación de Sordos de Madrid, estaba intentando ser admitida en el centro para cursar un Grado en Artes Escénicas.

La sincronicidad de conocer a Gema, de encontrar el texto, y de ver lo difícil que resultó la integración de la alumna, a todos los niveles, en sus estudios universitarios, me llevó inmediatamente a querer, desde entonces, poner en pie el proyecto. Germinó en mí una necesidad imperiosa de tener que contarlo; ya que me hizo darme cuenta de mi gran desconocimiento e ignorancia sobre la comunidad sorda, y de todo que quedaba aún, socialmente, por hacer al respecto.

La obra habla de una familia con tres hijos, uno de los cuales es sordo, pero al que han educado desde niño como si no lo fuese para evitar la marginación y el ostracismo social; o eso creen, porque sin valorar el consiguiente conflicto de identidad que esto provocará en el hijo al crecer, el germen de la tragedia está sembrada. La entrada en escena de otro personaje sordo tambaleará las raíces de la familia y les ayudará a confrontarse con lo que son y con lo que han construido.

Es una obra que desde una gran inteligencia y un ácido sentido del humor desentraña un gran problema social: la falta de comunicación en los tiempos que vivimos, la sordera de nuestra sociedad de ruidos y gritos.

Tomando como referente el microcosmos de una familia desentraña el macrocosmos social, una inmensidad de tabúes sociales de rabiosa actualidad desde un lugar profundo, implicado y conmovedor; y desde allí nos habla de la incomunicación, los límites de la palabra, la pertenencia o la familia, entre otras cosas. Al tiempo que critica la exclusión social que aún sufren las personas sordas y la complejidad que esto implica en la sociedad actual.

Es una obra hiriente que zarandea a los oyentes, al mismo tiempo pone también un espejo, nada complaciente, a la comunidad sorda; y lo hace sin juzgar a ninguno de los dos colectivos. Nos cuestiona y nos hace reflexionar a todos, con el fin último de hacernos despertar a todos y darnos un atisbo de esperanza, como hacen los grandes textos.

Es, por tanto, un texto necesario, actual, que aúna actores oyentes con actores sordos, porque solo juntos se podía contar esta historia. Teatro social y comprometido, profundo y poliédrico.

Adaptar el texto ha sido laborioso, uno de los textos que más me ha costado adaptar y traducir de todos los que he realizado hasta la fecha, porque es muy brillante, por momentos tiene un gran discurso intelectual y, en otros, un humor ácido difícil de traducir, le he dedicado mucho tiempo en querer hacerle justicia al original, y en intentar encontrar referentes y modismos que ayudasen a adaptar el texto a la sociedad española. El texto original ocurre en Inglaterra pero nosotros creíamos necesario situarlo en España, y por ello hemos apostado. Creemos que así todas sus capas llegarán más profundamente al público español. Y esperamos que así sea.

Han sido siete años de soñar con ello, y estamos felices de poder, finalmente, hacer realidad este sueño. Pondremos todo nuestro amor y ganas en contarlo de la mejor manera posible.

«Tribus», con dirección de Julián Fuentes Reta, se estrena en abril de 2020 en el Centro Dramático Nacional.

Comparte esta noticia ¡Gracias!

0 comments on “EL PROCESO DE ADAPTACIÓN DE “TRIBUS”

Comments are closed.